Hoy os vengo a hablar de una desgracia, de un dolor del alma que sé que solo vosotras vais a ser capaces de entender.
He roto mi iluminador Moonstone de Becca....
Bueno, para ser exactos, el mío no, el de mi mami....
Imaginaos el momento en que sientes que se te resbala entre los dedos (vale, sí, se lo estaba robando para ponerme yo un poco, jo.... la carne es débil....), cómo lo ves girar en el aire, cómo ves que el borde rebota contra el suelo, la tapa se abre y los trocitos brillantes saltan por todas partes en una lluvia iridiscente que te parte el corazón en dos.....
Y encima no es tuyo.....
Me quedé ahí mirándolo largos segundos, no me lo podía creer. No sabía si hacer como cuando era pequeña y esconderme debajo de las faldas de la mesa camilla o afrontarlo como una adulta, sacar los útiles de reconstrucción y ponerme manos a la obra. (Creedme que las tentaciones de huir y negarme que tal desastre había sucedido fueron muchas, pero por suerte superé rápido el duelo! jejeje)
Así quedó el pobrecito tras el desastre....
Duele eh???
Enseguida pensé que ya que el desastre había tenido lugar y eso no lo iba a cambiar nada ni nadie, lo mejor era sacar algo positivo de él así que me dispuse a documentar paso por paso el proceso para poder así compartirlo con vosotras, recordando además que ahora que Colourpop ha sacado productos en polvo, a muchas os han llevado paletas de ilumidores destrozaditas.....
Lo primero es hacerse con los siguientes utiles y materiales: un platito bien limpio, una espátula de maquillaje (o el rabo de una cuchara de café en su defecto), alcohol de desinfectar, pañuelos de celulosa y un objeto redonde del mismo tamaño que el producto que se nos ha roto.
Sí, es del malo.... Creo que lo compré en los chinos de mi barrio.... cuando no hay más...... |
Esta viene con la paleta de mezclas de Burlesque. Súper útil |
El primer paso y uno de los más importantes es picar bien lo que nos ha quedado del polvo compacto. Cuanto más lo piquemos, mejor. Con tocarlo con la espátula se irá deshaciendo.
Después, iremos añadiendo poco a poco chorritos mínimos de alcohol al polvo hasta conformar una pasta homogénea.
En tercer lugar, repartiremos esta pasta con ayuda de la espátula hasta que cubra más o menos todo el godet y, colocando entre el producto y nuestro objeto redondo un papel absorbente, presionaremos la mezcla para que nos quede uniforme y nivelada.
Mirad cuanto alcohol hemos sacado ya solo tras el primer prensado. Como podéis apreciar además, no nos hemos llevado ni una pizca de iluminador con el papel |
Esta es la parte divertida!! Ya que se nos ha roto el producto, podemos aprovechar para darle un aspecto nuevo. Podemos prensarlo con una flor seca en el centro, con glitter muy finito que desaparecerá a los pocos usos (como por ejemplo el colorete Galifornia de Benefit, cuyo sol central no es más que una decoración) o como he hecho yo, dibujando alguna forma con la propia espátula que estemos utilizando. En mi caso, me pareció bonita idea darle forma de estrella al iluminador grabando pequeños rayos en su superficie. Por supuesto, este paso ni es imprescindible ni va a afectar en nada al resultado final, pero nos va a dar un toque especial y absolutamente personal al producto.
Recién terminado de prensar, aún hay que limpiar el packaging |
Lo dejamos secar unas horas (o incluso unos días) con la tapa abierta en un lugar bien aireado y voilà! Iluminador recuperado para el uso.
No quedará esteticamente exacto a como estaba antes y puede que lo noteis ligeramente más "duro". Este proceso de reprensado compacta más el polvo que los que utilizan las fábricas de cosméticos, pero no se perderá poder de pigmentación ni brillo, aunque haya que "rascar" un poco más con laa brocha para levantar la misma cantidad de polvo que antes del accidente.
La verdad es que yo me he quedado muy satisfecha con el resultado final y me ha parecido interesante compartirlo con vosotras para que estas pequeñas desgracias se nos hagan algo más llevaderas!!
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